Ojeras
Este es un tema de gran interés para personas de todas las edades. Las ojeras no son una cualidad, corresponden a algo tan pequeño que llega a producir cambios significativos en como nos percibimos pero también en como somos vistos. Muchas veces las asociamos a cansancio, tristeza o a dificultades en la vida. Las ojeras le roban su expresión a nuestros ojos.
Debemos diferenciar las ojeras de la juventud de las ojeras que provienen con los cambios de la edad.
La piel del párpado inferior es la más delgada de todo el cuerpo y se encuentra inmediatamente adosada al músculo orbicular del ojo que es el músculo que permite que cerremos los ojos. Como sabemos y lo hemos visto, los músculos son de un color rojo obscuro. Por lo que a veces tenemos esa mancha obscura debajo de los ojos, que llamamos ojera, debido a que nuestra piel del párpado transluce el músculo que se encuentra por debajo. El mejor tratamiento para esta situación es la colocación de un producto derivado de nuestro cuerpo llamado nanofat. El nanofat corresponde a un preparado de nuestra grasa en el cual extraemos las células regenerativas (por eso es tan difícil a veces luchar contra esa grasita!). Estas células regenerativas favorecen aumentar el grosor y la calidad de la piel del párpado y por lo tanto ya no se transluce tanto el músculo subyacente. Este efecto regenerador se observa a partir del sexto mes aproximadamente y perdura con los años. Eso sí, hay que tomar en cuenta que la piel del párpado tendrá un tinte amarilloso como de aceite de oliva por unos meses.
Otras veces las ojeras se deben a la laxitud de ciertos tejidos debajo del ojo que hacen que las bolsas grasas de los ojos protruyan a través de los párpados inferiores. Esto sucede por un debilitamiento de algunos ligamentos que circundan los ojos y se presenta como un abultamiento que se encuentra demarcado de la mejilla (causando una zona obscura debajo del abultamiento). Estos cambios son comunes de la edad aunque en raras ocasiones pueden estar presentes en la juventud por variaciones genéticas. En estos casos hay varias estrategias: desde procedimientos mínimamente invasivos es decir con recuperación inmediata a procedimientos invasivos como lo son la cirugía que presentan una recuperación de varios días. Entre los procedimientos mínimamente invasivos podemos utilizar ya sea ácido hialurónico o grasa de nuestro cuerpo para contrarrestar esta caída y camuflar este abultamiento al disimular esta demarcación que existe con la mejilla. Mientras que con la cirugía no solamente reducimos estas bolsas grasas sino que también camuflamos esta demarcación con la mejilla. En la cirugía al poder abarcar la situación con dos estrategias diferentes simultáneamente logramos un mejor resultado.
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